YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO “EL MONASTIL”
El Monastil es uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes y representativos del patrimonio histórico de Elda y de la provincia de Alicante. Este Bien de Interés Cultural se sitúa en la sierra de la Torreta, a las afueras de la ciudad, rodeado por el río Vinalopó.
El Monastil contó una ventajosa posición estratégica territorial, clave para controlar uno de los principales caminos naturales entre la costa mediterránea y la Meseta. Fue, sucesivamente, asentamiento campaniforme, de la Edad del Bronce y del período orientalizante, así como oppidum ibérico y enclave fortificado del período iberorromano. También acogió, muy probablemente, la mansio Ad Ello del Itinerario de Antonino, situada en un ramal de la vía Augusta. De esa denominación se originó el actual nombre de la ciudad, Elda. Posteriormente fue un importante poblado romano tardío, con destacadas funciones militares y religiosas bajo los dominios bizantino y visigodo. En esta etapa final pudo albergar un monasterio, así como la enigmática y debatida sede episcopal elotana que aparece en los concilios de Toledo (siglo VII). El lugar se abandonó durante la época islámica emiral.
Los vestigios de El Monastil, restaurados en buena parte tras años de abandono, son el testimonio de este rico pasado, completado por miles de piezas conservadas en el Museo Arqueológico de Elda. Un legado que se conoce desde el siglo XIX y que, especialmente desde la segunda mitad del pasado siglo XX, fue excavado por la Sección de Arqueología del Centro Excursionista Eldense y por el Ayuntamiento de Elda. A partir del año 2002 se inician los trabajos de consolidación y restauración que han permitido avanzar considerablemente en la recuperación del yacimiento.
Durante la visita, podrás apreciar su conjunto doméstico y artesanal, en el que destacan el almacén ibérico y la alfarería romana; reconocer el sistema defensivo de la muralla iberorromana, reacondicionada en la Antigüedad Tardía; distinguir la entrada, las calles, las viviendas y dependencias del poblado, y descubrir las iglesia que preside su parte alta. El Monastil, en definitiva, permite comprender y evocar el paso de diversas culturas por el valle de Elda, así como su poblamiento prehistórico y antiguo durante más de tres milenios de historia.
Un mosaico de historia y naturaleza
El Monastil preside un espacio rico en lugares con valor histórico y natural, propios de un auténtico parque cultural articulado por el río Vinalopó y la autovía A31. Se reconoce en el paisaje una tradición milenaria de obras vinculadas a la cultura del agua, especialmente a la gestión y al control de los limitados recursos hidráulicos de la comarca (presas, molinos, norias, acequias, pozos, manantiales y centrales hidroeléctricas o fábricas de la luz). Esta zona de frontera de varias entidades políticas históricas, y de mezcla lingüística y cultural situada entre dos valles, fue clave también para la defensa del territorio y para el desarrollo de las comunicaciones, como estratégico lugar de paso y vigilancia entre el Mediterráneo y la Meseta.
La arqueología se constata con varios yacimientos desde el V milenio a. C hasta el siglo XX. Sobresalen también la torre atalaya de la Torreta (siglo XIV), que nos transporta al mundo convulso y limítrofe de Castilla y Aragón en la Edad Media; las presas históricas del pantano o embalse de Elda (siglos XVII-XIX), entre las obras de ingeniería más importantes de la historia del valle; o la Finca El Poblet, conocida como Posición Yuste, hito del final de la Guerra Civil. En el ámbito del patrimonio natural, destacan el Humedal del Pantano y los Arenales de l’Almortxó, que conservan un singular e insólito paisaje dunar de gran tradición popular entre la población de Elda y de Petrer.
Iglesia bizantina y visigoda (siglos VI-VII d.C.)
La zona más elevada de El Monastil está presidida por los vestigios de una iglesia. Fue construida en la época bizantina, en la segunda mitad del siglo VI, y mantuvo su uso durante el posterior dominio visigodo, especialmente en el siglo VII. El edificio está dividido en dos estancias, y conserva un ábside de herradura en su cabecera y una llamativa fosa recortada en el terreno. La fosa pudo ser utilizada como pileta bautismal rupestre, o bien para albergar una tumba singular dentro del recinto religioso.
Algunos de los hallazgos más notables del culto cristiano durante este período proceden de este lugar y de su entorno, y se exponen en el Museo Arqueológico de Elda.
Precisamente la iglesia y su mobiliario (piezas arquitectónicas, ornamentales y litúrgicas) permiten, entre otros datos, plantear dos hipótesis: la existencia de un monasterio activo en esta etapa –del que probablemente procede el actual nombre del lugar, Monastil-, y la ubicación de la sede episcopal elotana, un obispado citado en varios de los concilios visigodos de Toledo del siglo VII.
La iglesia de El Monastil, restaurada en el año 2008, es una de las más antiguas de la Comunidad Valenciana. Constituye un importante testimonio de la cristianización del valle de Elda a finales de la Antigüedad y a inicios de la Edad Media, así como de la presencia bizantina y visigoda en el sureste de la Península ibérica.
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Ubicación y visitas
DIRECCIÓN: CV-835. Salida Elda-Hospital desde la autovía A-31 (Madrid-Alicante).
HORARIO DE VISITAS: Segundo semestre de 2024, visitas guiadas los siguientes domingos:
- 29 de septiembre – 10:00h.
- 27 de octubre – 11:00h. (Cancelada por obras en el Yacimiento)
- 24 de noviembre – 11:00h.
- 15 de diciembre – 11:00h.
DURACIÓN DE LA VISITA: 1 hora y 15 minutos.
PRECIO: gratuito
MÁS INFORMACIÓN Y RESERVAS:
Telef.: 966 98 03 00
Email: turismo@elda.es
Whatsapp 647851758
YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO “EL MONASTIL”
Noticias
- «El primer monasterio de la Península Ibérica está en Alicante». National Geografic.
- «Elda, el lugar donde se encuentra el primer monasterio bizantino de la península». La Sexta.
- «Identificado en Elda el primer monasterio bizantino de la península Ibérica». El País.
- «Identificado en Elda el primer monasterio bizantino de la península Ibérica». La Ser.