EL PANTANO DE ELDA
El espacio de “El Pantano” posee múltiples méritos y valores, tanto de tipo ecológico, como paisajístico, de uso y esparcimiento y relativos a su patrimonio cultural, etnológico e histórico.
Este espacio es atravesado por el Río Vinalopó, el cual cobra gran importancia ecológica al actuar como corredor natural entre las diversas zonas naturales de Elda y Petrer.
El Paraje Natural Municipal “El Pantano” forma parte del Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana dentro del grupo de embalses de fluctuación escasa, siendo su mayor atractivo la formación de tarays que se desarrolla dentro de su ámbito.
El Paraje presenta un importante valor ecológico y paisajístico debido a su singularidad respecto a un entorno árido y desertificado. Las zonas húmedas presentan interés por constituir reservas de flora y fauna; por su importancia para las aves migratorias, son elementos diversificadores del paisaje, presentan interés pedagógico y constituyen importantes enclaves naturales para el estudio especializado de fauna y flora. El mayor valor natural de la zona le viene dado por su condición de zona húmeda que determina el ecosistema presente dando lugar a una gran variedad de especies.
Por lo que respecta a los valores faunísticos, la ornitofauna es un importante valor del paraje. Se destaca la presencia de la alondra común por ser una especie protegida según el Catálogo Valenciano de Fauna Amenazada. Asimismo, en la categoría de especies protegidas también se encuentran el sapo común y la culebra bastarda; y mamíferos como el erizo europeo y la musaraña gris.
Con respecto a la vegetación, en el ámbito del paraje se ha desarrollado una comunidad de tarays junto a otras especies como el carrizo (Phragmites comunnis), junto a lianas como la rubia (Rubia peregrina subsp. longifolia) o la correhuela blanca (Cynanchum acutum) y especies crasas halóflias como el cenizo blanco (Halimione portulacoides) y más raramente la sosa jabonera (Arthrocnemun macrotachyum), que constituyen el hábitat idóneo para un gran número de especies de peces, aves, reptiles, anfibios e invertebrados.
Pese a las presiones antrópicas dada la proximidad de importantes vías de comunicación, el vertido de aguas residuales, etc. la zona se mantiene como un reducto que conserva, los procesos ecológicos del humedal y se mantiene como un espacio de interés para la conservación.
Desde el punto de vista geomorfológico, el Paraje está conformado por un conjunto complejo de relieves diferenciándose por una parte la Sierra Torreta-Monastil con más de 500 metros de altitud, siendo un hito paisajístico de relevancia en las poblaciones y desde la que se disponen unas panorámicas de toda la comarca con gran calidad escénica y por otra, zonas asociadas al recorrido del río Vinalopó. Cabe reseñar por tanto, la elevada calidad visual de este espacio a lo que se añade la singularidad que presenta con respecto a su entorno.
En cuanto a los valores culturales, el Paraje presenta un extraordinario patrimonio histórico y cultural. En la zona se localizan varios yacimientos arqueológicos, entre los que destacan la cueva de la Casa Colora (del periodo Calcolítico), el poblado del bronce de Canalón, la ciudad iberoromana del Monastil y La Torreta de época medieval. Estos dos últimos yacimientos también catalogados como Bienes de Interés Cultural. Además se encuentran en el Paraje gran cantidad de bienes etnológicos: Acequias de Pantano de Elda, Acueducto de Aguas de Elche, canal de la Fábrica de la Luz, Noria, Primera Presa del Embalse de Elda, Segunda Presa del Embalse de Elda, Vivienda del guardia de la presa del Embalse de Elda, Lápidas conmemorativas de las obras en el Embalse de Elda, Túnel del Ferrocarril, Viaducto ferroviario sobre el Río Vinalopó, hornos de Cal, etc