4- LA FICIA: EMBLEMA DEL COMERCIO

ELDA, CULTURA DEL CALZADO

Tras el freno del periodo de entreguerras, a partir de los años 50 la producción de calzado vive un nuevo impulso. A fin de incrementar las ventas al extranjero, los empresarios y autoridades eldenses crean en 1960 la Feria Internacional del Calzado e Industrias Afines (FICIA), primera feria de calzado llevada a cabo en España, que se organizó en Elda de forma interrumpida hasta 1991 y permit aumentar las exportaciones de forma decidida.

GLORIETA ELDA-PARÍS-LONDRES

Monumento inaugurado en 2021, obra del escultor Alejandro Cremades. Seis grandes láminas metálicas en forma de zapatos sostienen una bola del mundo, coronada por el “torico” o bota-toro, que fue el emblema de la antigua feria internacional del Calzado (FICIA). Se trata de una alegoría al popular dicho “Elda, París y Londres” que durante tantas décadas se esgrimió para demostrar la pujanza económica de la ciudad gracias al calzado.

 COLEGIO PADRE MANJÓN Y OBELISCO DE MERCURIO

Inaugurado en 1932 con la asistencia de Miguel de Unamuno, este emblemático colegio albergó, en 1959, la primera muestra local de calzado; que al año siguiente fue elevada a Feria Nacional de Calzado; y en 1961 pasó a tener carácter internacional (FICIA), hasta que en 1964 se inauguró el nuevo palacio ferial en la entonces periferia de la ciudad. Junto al colegio, y levantado en 1962, se encuentra el Obelisco de Mercurio, constituido por una inmensa columna vertical coronada por una estatua del dios romano del comercio, quien ofrece a Júpiter un zapato, el regalo más preciado de los eldenses.

MONOLITO DE LA FICIA

Único testimonio conservado del antiguo recinto ferial de la FICIA, inaugurado en 1964 y que albergó eventos comerciales hasta 1991. Realizado por el arquitecto Miguel López, está constituido por una gran estructura vertical formada por cuatro grandes vigas metálicas jalonadas por cinchas horizontales que soportan un gran cubo de hormigón armado decorado con la bota–toro diseñada por Fermín Hernández Garbayo como emblema del certamen ferial eldense. Constituyó el punto central de la amplia zona desde la que, a modo de recibidor, se accedía a los diferentes edificios feriales.