FALLAS
Del 26 al 29 de septiembre 2024
Datos de interés:
Fechas del 2024: del 26 al 29 de septiembre.
Exposición del ninot 2024
En el Museo del Calzado de Elda.
Inauguración el 1 de septiembre.
Muchas personas se sorprenden al conocer que Elda celebra Fallas, y mucho más en el mes de septiembre, cuando lo convencional sería marzo, siguiendo la línea valencianista, o junio, si continuásemos por la estela alicantina de las Hogueras. Sin embargo las fallas de Elda han sabido conjugar las dos corrientes, hasta crear con el paso de los años, una identidad propia que las diferencian del resto de localidades de la Comunidad Valenciana.
Las Fallas eldenses nacieron por iniciativa popular en fecha incierta, aunque en junio de 1929 el semanario local Idella ya publicaba una nota de prensa en la que hablaba sobre “la ancestral costumbre de encender hogueras en la noche de San Juan” y también de “varias fallas en las calles de Elda, como es tradición”.
Tras un paréntesis motivado por la Guerra Civil, Elda recuperaría las fallas en 1949, por medio de la iniciativa vecinal, concretamente en la calle Trinquete. Desde entonces la fiesta no ha hecho más que crecer, de modo que Elda ha sabido adaptar y trasladar al siglo XXI una tradición ancestral, dotándola de una personalidad propia, cada día más y mejor reconocida.
Septiembre se vive en Elda con nervios y alegría en los barrios, hasta que el tercer miércoles del mes se inicia la cuenta atrás con el Pregón de fallas y la Crida pronunciada por las Falleras Mayores de la ciudad.
El día siguiente, jueves, tiene lugar la Plantá. A lo largo de la jornada van llegando a Elda las distintas piezas de los monumentos que durante la noche serán montados, mientras el trabajo se acompañada de la cena reparadora, en la que la ciudad en pleno se vuelca con sus barrios falleros.
El viernes amanece con las calles ocupadas por los monumentos. Es el momento en que el jurado pasa a valorar el trabajo de los artistas para, por la tarde, llevar a cabo la lectura y entrega de premios desde el ayuntamiento. Después vendrá la Cabalgata del Ninot, donde las comisiones desfilan con los estandartes que muestran los premios obtenidos, para volver a su barrio a compartir la satisfacción o decepción en medio del buen humor y la alegría de las cenas y verbenas.
El sábado por la tarde, con motivo de la Ofrenda de Flores a los Patronos de la ciudad, los festeros y festeras visten sus mejores galas para desfilar por las calles de Elda ante la expectación del numeroso público que se agolpa a su paso.
El domingo amanece con las inevitables despertás en los barrios. La mañana se dedica a una costumbre totalmente arraigada en Elda, la cremá del monumento creado desde los años 90 del pasado siglo por los residentes del geriátrico El Catí. Seguidamente tendrá lugar la mascletá oficial para, ya por la tarde y de forma solemne, homenajear a los Patronos de la fiesta, San Crispín y San Crispiniano, en la Procesión.
Finalmente, al filo de la media noche, llega el momento más emocionante y contradictorio de las fallas: el de la Cremá. Las Falleras Mayores prenden la mecha de la traca que eleva las llamas al cielo nocturno, consumiendo lentamente los ninots, mientras prende en el pensamiento de los presentes una pequeña ascua, la que mantendrá la ilusión de que al año siguiente, vuelvan las Fallas a vestir las calles de Elda.