El Museo Arqueológico de Elda restaura cinco piezas de gran valor, entre ellas una jarrita islámica del siglo XII que será la nueva pieza del trimestre

La Concejalía de Museos del Ayuntamiento de Elda ha concluido la restauración de cinco piezas históricas pertenecientes al Museo Arqueológico de Elda (MAE), en el marco de su programa de conservación del patrimonio local. Entre ellas destaca una jarrita islámica de cerámica pintada, seleccionada como ‘La pieza del trimestre‘ por su gran valor histórico, artístico y simbólico que estará expuesta al público en el hall del museo.

En primer lugar, sobresale un gran fragmento escultórico de piedra, identificado como parte de una esfinge romana funeraria, datada entre finales del siglo I a.C. y la primera mitad del siglo I d.C. Procede del yacimiento arqueológico de El Monastil, y representa un testimonio excepcional del proceso de implantación romana en la zona. Según los arqueólogos, esta pieza, vinculada a la necrópolis romana de Elum (El Monastil), tiene un valor histórico y cultural único: es la única escultura funeraria de esfinge hallada en la Comunidad Valenciana y una de las cinco encontradas en toda la península ibérica.

Junto a ella, se han restaurado dos objetos de vidrio también de origen romano, datados entre los siglos V y VII, que constituyen una importante evidencia material de la presencia romana tardía en Elda.

El lote de época medieval procede del centro histórico de la ciudad, origen de la actual Elda, y está compuesto por tres cerámicas islámicas de la fase almohade (siglos XII-XIII): una lucerna, una marmita y la jarrita con decoración pintada, todas ellas representativas de la vida cotidiana y la cultura material musulmana, especialmente en los ámbitos culinarios y de iluminación doméstica.

La jarrita islámica, procedente de excavaciones en la calle Sibila de Fortiá, fue elaborada en un taller alfarero almohade de la alquería de Iyya (Elda). Su decoración, realizada mediante esgrafiado y pintura en óxido de manganeso, muestra dos símbolos protectores: el ojo, asociado a la defensa frente al ‘mal de ojo’, y la mano de Fátima o ‘khamsa’, símbolo de protección divina y de los cinco preceptos del Islam.